No sé en qué día vivo.
-En fin, soy un desastre-. Estas conversaciones conmigo misma son muy
recurrentes, me observo, me hablo, y enfineo*
constantemente aceptando la imperfección de las cosas, incluso de mi propia
existencia.
Aunque aceptar la imperfección de
uno mismo no siempre es fácil, hoy, sentada en el autobús, acepto que voy
siempre corriendo (porque siempre voy tarde), que no sigo mis propias listas de
tareas, que tengo un carácter fuerte que
me cuesta medir. Acepto todo, incluso lo que odio pero quiero aprender a
querer.
Acepto las cicatrices, que son de mi
propia guerra.
Y me siento rematadamente bien
conmigo misma.
Acepto que tal vez no esté haciendo
las cosas tan mal si poco a poco voy consiguiendo lo que me propongo, si aunque
tenga tendencia a ser impuntual aún no he perdido un avión, tren o bus. Tal vez
no soy tan irresponsable como me siento. Que me mido más de lo que parece, y
tan mal no lo estaré haciendo si de un viaje tan breve me llevó a tanta gente que no
dice adiós, sino hasta luego.
Que ajetreo, que va y ven, cuanta
incertidumbre. Qué bien no saber nada pero verlo todo claro.
Y me siento rematadamente bien con el
mundo.
enfineo*: palabra inventada a la espera de ser incluida por la RAE. Verbo derivado de "en fin". Decir en fin constantemente.
_________________
¡Prácticamente un mes sin publicar! Fatal. Ni si quiera he
publicado la inspo 02, que es una de mis cosas favoritas del mes...prometo no
dejar acabar marzo sin hacerlo. Pero...a estas alturas no valen excusas, debería
haber aprendido a llevar el blog con mas constancia o asiduidad, pero es que
llevo un mes de locos. Parciales, viajes, mas parciales...Mi agenda dice que lo
planifico todo muy bien, a ver cuando aprendo a cumplirlo...
No sé si seguís por aquí o habéis huido a un rincón menos caótico,
en cualquier caso, ¡abrazos!
M.Q.