Hace mucho que no escribo -25 días exactamente-, creo
que es la primera vez que esto pasa. No publicar en el blog es una cosa,
olvidar mis agendas, otra. Ambas cosas mal, por cierto.
Me enfrento al cursor parpadeante indecisa. Siento
tanto ahora mismo que lo único que tengo claro es que no voy plasmarlo todo; visualizo
ante mí una incapacidad paralizante. Una sensación de extrañeza ante las
palabras que tecleo.
Me tiemblan las manos, metafóricamente.
25 días viviendo mucho sin dejar constancia de nada.
25 días en los que me han bailado los idiomas.
Siento el castellano como algo tangencial, hablo conmigo misma en inglés y
solapo palabras en italiano. Hace poco me dijeron que Juan Ramón Jiménez -que
dominaba más de tres idiomas- únicamente escribía en castellano porque tenía el
convencimiento de que al escribir una sola palabra en otro idioma perdía cinco
de su lengua materna. Pues no sé si estaba en lo cierto, pero me descubro
insegura ante el abismo de posibilidades que encuentro en mi cabeza.
25 días en lo que todo es nuevo y emocionante.
Pero hoy necesitaba parar, admirar desde mi ventana
la cúpula de San Lorenzo y respirar calma. Sonreír por el ruido que hacen mis
compañeras de piso al cocinar y mirar al techo de mi nueva habitación
disfrutando de mi propia presencia. De mi existencia.
25 días en los que me niego a decir que me he
renovado. Más bien han sido 25 de reencuentro con alguien que estaba escondido.
Dentro de mí. Capaz, serena, activa y aventurera. Alegre, risueña y habladora.
Callada y observadora.
He dejado de tener miedo a las contradicciones que creía
que se formaban dentro de mí, para abrazarme con tanta fuerza como para
juntarlas, pegarlas todas y dejarme ser en libertad.
No es cosa de esta ciudad, dosmilypicokilometros lejos de la mía, no es cosa del arte que me
rodea, del olor a comida de las calles, de la nueva cultura en la que estoy
inmersa. Por primera vez, no relaciono el bienestar o la calma con algo externo
a mí.
Esta soy yo, siempre he sido yo.
Y seguiré siéndolo.
En cualquier parte.
En
cualquier idioma.