Releyendo la entrada que escribí por estas fechas me doy
cuenta de que he cambiado mucho. Ya no siento miedo por el futuro, por el año
nuevo. No, no es verdad, si tengo miedo, siempre sentiré miedo del futuro
porque es algo que no puedo controlar. Esa incertidumbre siempre me pondrá
nerviosa, pero ya no es un miedo paralizador ni agobiante.
El 2012 ha sido un año donde me he dado cuenta de que no
tengo ni idea de quién soy. Y es asombroso ir experimentando. Las cosas nuevas
son fascinantes.
Estoy confundida y perdida de una manera increíble y miserable
a la vez.
Este año acabara así, y no me preocupa. El 2013 me da una
nueva oportunidad.
Y ahora os voy a proponer una idea que he visto en otros
blogs y que todos los blogueros en general queremos poner en práctica. (Si
alguna vez vuelvo a hablar de mi misma como bloguera, pegadme).
La idea consiste en tener un tarro, un bote o cualquier cosa
donde podamos guardar papelitos. Cada vez que nos pase algo bueno tenemos que
escribirlo en un papel y ese papel guardarlo en el bote. Así cuando estemos
tristes podremos sacar esos papelitos y sonreír.
Otra versión que también me ha gustado es la de escribir
brevemente en papelitos (y guardarlos en el bote) experiencias positivas de
este nuevo año que entra y leerlas únicamente el 31 de diciembre, para ver cuántas
cosas hemos vivido.
¿Qué os parece?